Diario Bernabéu

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Las algas verdeazuladas del Báltico pueden ser beneficiosas. Ejecutarán un procesador ARM durante un año.

Científicos de la Universidad de Cambridge presentaron los resultados de un experimento destinado a alimentar la electrónica utilizando cianobacterias. Como bien sabemos, estos planes a menudo arruinan a los polacos para las vacaciones junto al mar. Producen toxinas que son peligrosas para los humanos, pero esta vez resultan beneficiosas.

El proyecto asumió el uso de cianobacterias para alimentar un sistema Arm Cortex M0+ durante un año usando solo luz solar. Las cianobacterias son cianobacterias, es decir, uno de los organismos vivos más antiguos de la Tierra que se alimentan gracias al proceso de fotosíntesis. También es altamente resistente al ambiente ácido ya las altas temperaturas y flota en la superficie del agua.

Resulta que además de producir toxinas que son peligrosas para los humanos, estas toxinas también pueden usarse para producir electricidad. Las cianobacterias producen una pequeña carga eléctrica en la superficie del agua y actúan como cátodo, y el ánodo de aluminio se sumerge más profundamente. De esta forma, se crea una diferencia de potencial en el sistema que permite generar una corriente muy modesta, pero suficiente para alimentar el procesador Arm Cortex M0+, que es el corazón de la mayoría de los dispositivos del Internet de las Cosas (Internet of Things) clase.

Los investigadores quedaron sorprendidos por la viabilidad del sistema, ya que duró mucho más de lo esperado.

Quedamos muy impresionados con el tiempo que ha funcionado el sistema; pensamos que podría detenerse después de algunas semanas, pero simplemente funcionó.

Escuela de Bioquímica, Universidad de Cambridge

Esto es importante porque los dispositivos en la categoría IoT serán más comunes y se espera que su número aumente a 1 billón para 2035. Los científicos estiman que el uso de baterías clásicas de iones de litio requeriría triplicar la producción actual de litio, que ya es cada vez más importante, por ejemplo. . mercado de autos.

Por eso, ver sistemas orgánicos que puedan sustituirlos es muy tentador y nos llena de optimismo. El experimento fue un esfuerzo conjunto entre la Universidad de Cambridge y ARM, y los resultados se publicaron en la revista Energy & Environmental Science.

Przemysław Juraszek, periodista de Gadgetomania